Banco de semillas en lotes urbanos abandonados
Actualmente, las áreas urbanas en el mundo se están expandiendo a una tasa no experimentada en el pasado y la preocupación es que muchas ciudades están creciendo de manera descontrolada y con ello afectando la calidad de vida de sus habitantes. Nunca en la historia humana los procesos de urbanización habían alcanzado la tasa e intensidad de la expansión actual.
Es así como más de la mitad de la población mundial vive actualmente en áreas urbanizadas y de acuerdo a predicciones de Naciones Unidas a mediados del siglo XXI la población urbana se incrementará en un 80%. La gran mayoría de las futuras áreas urbanas no han sido diseñadas ni siquiera proyectadas. La urbanización corresponde a uno de los fenómenos globales que ha producido mayor impacto sobre la naturaleza. Este escenario no solo ha tensionado a la sociedad, sino que también ha impactado todos los ecosistemas naturales del globo, tanto al propio territorio que sufre el proceso de urbanización como a aquellos territorios que aportan los recursos, la energía, el agua potable, entre otros.
El desafío es que las actuales y futuras áreas urbanizadas, pueden ser diseñadas y regeneradas para proteger la biodiversidad y garantizar de servicios ecosistémicos (por ejemplo, agua, suelo, biodiversidad, entre otros) a los habitantes y por consiguiente, mejorar su calidad de vida. Por el contrario, las investigaciones y evaluaciones en torno a los centros urbanos en el mundo, especialmente en Latinoamérica, señalan que el crecimiento de las ciudades ha provocado, en general, un significativo aumento del deterioro del medio ambiente y una pérdida significativa de la biodiversidad.
El ecosistema urbano
La ciudad es un sistema diseñado, construido y mantenido por los seres humanos. Similarmente a los sistemas naturales, los ecosistemas urbanos se componen por el conjunto de los factores bióticos que interactúan con las estructuras abióticas y con la energía de un territorio determinado. La mantención de los ecosistemas urbanos modernos tiene un alto costo energético y alto consumo hídrico.
Las áreas urbanas son sistemas complejos y heterogéneos que sufren cambios cotidiana y aceleradamente debido a las diversas perturbaciones de origen natural y social que los impactan. Las perturbaciones en áreas urbanas son eventos que causan cambios en la estructura urbana, en la disponibilidad de suelo y de los recursos, modifican las características del ambiente y, por cierto, de acuerdo al tamaño de sus efectos, las perturbaciones pueden modificar la función y composición de uno o de varios parches urbanos. Entre las perturbaciones más comunes, se destaca la obsolescencia de la infraestructura por desgaste de materiales, los incendios por el mal uso de los artefactos, los movimientos de suelos por escurrimiento de aguas lluvias, la erosión en una cuenca debido a la desforestación, eventos climáticos como tormentas y grandes perturbaciones debido a terremotos, guerras, crisis económica y migraciones de capital, que provocan el abandono de suelo o de infraestructura obsoleta.
Una de las consecuencias de las perturbaciones sobre la infraestructura urbana es el abandono de lotes en áreas residenciales o en la periferia de las ciudades. Espacialmente, estos lotes se encuentran rodeados o desconectados de la infraestructura urbana y pueden permanecer por muchos años abandonados o en litigio. Estos terrenos no tienen una función urbana planificada, no obstante, una mirada más cuidadosa y con enfoque ecosistémico colocan a estos espacios como potenciales áreas para conservar biodiversidad urbana y por cierto mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Lotes abandonados
El tamaño y la permanencia de los lotes abandonados son variables, aunque los más pequeños corresponden a la superficie predial mínima y los más antiguos pueden permanecer abandonados por décadas, dependiendo de la legislación, variables socio-económicas, usos del espacio y características de la infraestructura urbana circundante.
Ahora bien, estos lotes son suelos que debido a su abandonado temporal han quedado expuestos a la colonización de una diversa flora y fauna urbana de especies exóticas y nativas de crecimiento espontáneo. En estos sitios se constituyen nuevas comunidades de plantas y animales urbanos, que podrían tener un importante rol en la mantención y proliferación de especies de plantas y animales para el resto de los hábitats de la ciudad.
Los lotes urbanos abandonados no han sido tradicionalmente considerados fuente de biodiversidad urbana en Latinoamérica, aunque son florísticamente muy diversos. Esta propuesta apunta en este sentido.
Flora urbana: un componente de la biodiversidad
La flora urbana está constituida por elementos de origen muy diverso de plantas, muchas de ellas ornamentales que crecen en jardines privados, plazas, parques públicos y áreas verdes. Un segundo grupo de plantas urbanas está constituido por especies nativas o exóticas que se regeneran de manera espontánea en los nuevos hábitats urbanos. Finalmente, en la flora urbana hay un componente que es fragmento de una comunidad florística original de la región que ha quedado en el margen peri-urbano o rodeada y aislada por la infraestructura y por nuevos hábitats urbanos.
Pese a la importancia de la flora urbana para las funciones ecosistémicas de la ciudad y para el bienestar de los seres humanos, su estudio e investigación es solo reciente y está fuertemente concentrado en urbes del hemisferio norte. Incluso, las investigaciones en la flora urbana de Latinoamérica han sido muy escasas. Particularmente en Chile, se han investigado factores que determinan la cobertura vegetal de las áreas verde, factores que contribuyen a la conservación de la flora nativa, su efecto en la salud humana y algunas pocas investigaciones han evaluado la diversidad y la prevalencia de especies nativas o exóticas en las comunidades de plantas urbanas.
Las plantas en áreas urbanas entregan servicios a sus habitantes, entre ellos mitigación y adaptación al cambio global, retención del particulado atmosférico, estabilización de suelos, intercepción de la radiación solar, protección de recursos hídricos, refugio y corredores biológicos para otros organismos nativos de la región, promoviendo la educación ambiental, hermoseamiento, recreación y esparcimiento.
Las diversas áreas urbanas son florísticamente heterogéneas. Esta heterogeneidad espacial y temporal está determinada por factores geográficos, por la conformación de nuevos hábitat, y por determinantes socio-económicos y culturales de las ciudades, que hacen propicia la sobrevivencia diferencial de diversas especies de plantas en los diversos entornos urbanos.
Lotes abandonados: hábitats de la flora espontánea
Las condiciones ambientales de los hábitats urbanos determinan la composición de especies de plantas en la ciudad. En el ambiente urbano, la polución ha incrementado fuertemente desde el siglo pasado, se registran altas tasas de emisión de Compuestos Orgánicos Volátiles, el agua y el suelo cubiertos por material sólido e impermeable lo convierten en islas de calor, y las modificaciones en la composición de los suelos han alterado los ciclos biogeoquímicos.
No todas las plantas nativas de los paisajes aledaños de las ciudades son capaces de sobrevivir bajo las condiciones ambientales de estos nuevos hábitats. Los nuevos usos del suelo podrían filtrar formas y rasgos funcionales de las plantas espontáneas. Los estudios han encontrado una asociación en las plantas urbanas con su estrategia de dispersión, forma de vida, rasgo de las hojas y característica estructurales y fisiológicas de las semillas.
De tal manera, las plantas que crecen de manera espontánea en los lotes urbanos abandonados son características de las especies reconocidas como malezas. En los lotes urbanos predominan las plantas que producen semillas pequeñas. Las semillas pequeñas están correlacionadas con bancos de semillas de vida corta y una estrategia de vida anual.
Es importante destacar que las semillas son fuente de alimento a varios grupos de animales. Y las plantas, son fuente de alimento para polinizadores y defoliadores nativos, como también contribuyen a contener el suelo de los lotes y evitar su dispersión en la atmósfera de la ciudad.
Otra característica de los hábitats de los lotes abandonados es su discontinuidad espacial y la baja conectividad con las áreas construidas. Los lotes abandonados se encuentran aislados en el espacio, insertos en una matriz de infraestructura urbana, redes viales, edificios y casas. Las actividades humanas cercanas a los lotes podrían constituirse en vectores de flora y fauna que promueven la conectividad espacial entre los hábitats urbanos. La dispersión de flora entre lotes mediado por humanos ha sido demostrado por estudios en plantas de malezas y ornamentales.
Asimismo, los hábitats urbanos al estar sometidos a un régimen frecuente de perturbaciones de origen humano, son proclives a mantener comunidades de plantas anuales discontinuas en el tiempo, es decir, crecen, florecen y producen semillas en una misma temporada y las plantas se secan inmediatamente. Para estos ciclos de vida cortos, las semillas almacenadas en el suelo podrían estar jugando un papel fundamental en la continuidad temporal de la vegetación urbana en los lotes o en determinar, en parte, el curso de los cambios vegetales en los hábitats urbanos en el tiempo.
Bancos de semillas en los lotes urbanos abandonados
La vegetación que se desarrolla sobre el suelo es solo una parte de toda la biodiversidad de plantas urbanas. Otro componente a considerar es la diversidad del banco de semillas que está almacenado en el suelo de los lotes urbanos abandonados.
El banco de semillas es la concentración de semillas viables almacenadas en el suelo por períodos variables de tiempo. El retraso o impedimento de la germinación en condiciones ambientales adecuadas es provocado por mecanismos de latencia innata o inducida por factores ambientales. Los mecanismos de latencia de las semillas tienen una función adaptativa en las plantas, debido a que se define por la presencia de diversos mecanismos que evitan que las semillas germinen y las plántulas emerjan cuando las condiciones ambientales no son adecuadas para el establecimiento exitoso de las nuevas plántulas. En consecuencia, para que ocurra la germinación, las semillas que se encuentran en el suelo no deben estar en un estado de latencia y las condiciones ambientales en el hábitat deben ser las apropiadas para la germinación y el establecimiento de los nuevos individuos.
La distribución de semillas en los lotes abandonados puede estar afectada por la variación horizontal y vertical de las condiciones del suelo; por ejemplo está asociada a la acumulación de biomasa, a la intensidad de la luz, a la disponibilidad de humedad y variaciones de la temperatura, que afectan tanto a la viabilidad como a la latencia de las semillas. Por otro lado, los bancos de semillas responden a las perturbaciones ambientales y a las condiciones que siguen a la perturbación.
El impacto de la urbanización sobre los bancos de semillas en los lotes abandonados ha sido escasamente estudiado en Chile, no obstante podrían ser un importante compartimento de la biodiversidad de plantas urbanas. Por consiguiente, es necesario conocer la composición y dinámica de las semillas almacenadas en el suelo para entender su potencial y efecto sobre las comunidades vegetales establecidas en los diversos hábitats urbanos.
Qué sabemos de las semillas y el agua en los lotes abandonados
Durante todo los otoños, en el suelo de los lotes urbanos abandonados localizados en las ciudades del centro de Chile, el aspecto y el color del suelo cambia ya que se inicia la colonización de una comunidad de plantas de crecimiento espontáneo dominados por pastos y hierbas anuales de crecimiento acelerado. La emergencia de las primeras plántulas se inicia pocos días después de la primera precipitación en los meses de abril o mayo.
Los lotes abandonados más antiguos pueden presentar en estas áreas unas cuantas plantas leñosas de crecimiento rápido, que también se han dispersado y regenerado de manera espontánea. Incluso, algunos lotes urbanos pueden incluir árboles o arbustos ornamentales, como evidencia de un uso pasado del sitio, que al recibir las cargas de agua más voluminosas del invierno sus tallos y sus hojas se hinchan y reverdecen.
Ahora bien, el arribo de plantas espontáneas en los lotes urbanos es debido a la dispersión de semillas en el espacio o es debido a la presencia en el lote de semillas provenientes del propio banco de semillas del suelo del lote abandonado. Por consiguiente, el banco de semillas es un factor de interés para estudios de colonización de estas áreas disponibles ya que los bancos podrían estar controlando la abundancia de especies de plantas adultas establecidas sobre el suelo. En general, los estudios en las dinámicas de la vegetación ponen especial énfasis en cómo los bancos de semillas del suelo pueden contribuir a formar una reserva que puede ser activada cuando las perturbaciones crean micro-hábitat o condiciones adecuadas para el establecimiento de nuevas plántulas.
Las primeras lluvias que precipitan en otoño son las que activan a las semillas que se encuentran enterradas en el suelo de los lotes urbanos. La gran mayoría de las semillas de los lotes se encuentran en el horizonte superficial del suelo, que han permanecido sanas en el suelo desde la temporada anterior, cuando las semillas fueron dispersadas desde las plantas madres. La dispersión de las semillas es dirigida por diversos vectores. El vector más común es el viento, pero también el agua, las aves en sus plumas y mamíferos que en sus pelos pueden transportar semillas a varios metros de distancia y eventualmente a otro lote.
Cuando las precipitaciones son más intensas, los bancos de semillas de los horizontes más profundos del suelo pueden también ser activados por el agua y las semillas pueden germinar. Incluso, para conocer bien las características funcionales del banco se semillas del suelo en los lotes abandonados es necesario conocer la contribución que hacen los bancos superficiales y los bancos profundos a la vegetación establecida todos los años sobre el suelo de los lotes. En Chile central, la vegetación de herbáceas que se establece todos los años sobre el suelo es producto principalmente del banco de semillas superficial.
Pero las respuestas de las semillas al contacto con agua no es homogénea. También es posible encontrar hierbas anuales que forman bancos de semillas persistentes en el suelo, es decir semillas que permanecen por varios años enterradas en el suelo aunque reciban suficiente agua para germinar. ¿Por qué no germinan? Estas semillas presentan un mecanismo denominado latencia que debe ser interrumpido por algún factor ambiental o endógeno para iniciar la germinación.
Otra particularidad de los bancos de semillas de los lotes urbanos abandonados en las ciudades de Chile central es la fuerte dominancia de semillas de flora exótica, que son plantas que tienen una procedencia principalmente de Europa. Hay pastos de origen euro-asiáticos que son considerados malezas en la producción agrícola. Es también común encontrar semillas de plantas ornamentales y plantas comestibles cosmopolitas que fueron domesticadas por un proceso lento de selección que procura fijar variantes que producen semillas de fácil y rápida germinación.
Probablemente, la dinámica del banco de semillas en los lotes urbanos puede explicar en parte la fuerte propagación de especies de plantas exóticas en las ciudades.
Conclusión
Los lotes urbanos abandonados por sus propietarios no son valorados y son subutilizados aunque tienen un potencial inmenso para incrementar la biodiversidad urbana y la calidad de vida de la población. En ciudades donde la infraestructura verde (parques, plazas, áreas verdes, jardines) es deficitaria y deficiente, los lotes pueden a corto plazo transformarse en fragmentos urbanos donde prolifere la biodiversidad urbana.
Para cumplir este propósito es necesario que estos lotes urbanos dejen de estar abandonados, obviamente. Existen pequeños proyectos en esta línea de acción tales como transformar los sitios eriazos ubicados en áreas residenciales en plazas de bolsillo para ser utilizadas por los habitantes. Sin embargo, el déficit en biodiversidad urbana en las mega-ciudades Latinoamericanas es de tal magnitud que se requieren proyectos más ambiciosos. Como primera medida es necesario que los gobiernos locales consideren la elaboración de planes de manejo de los lotes urbanos para incorporarlos en la infraestructura verde de las comunas. Una perspectiva ecosistémica es necesaria para conservar y restaurar las funciones de la biodiversidad y mejorar la calidad de vida de los habitantes de las mega-ciudades Latinoamericanas.